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Cuidado de la calidad en cultivos usando casa sombra

La casa sombra se utiliza principalmente para proteger los cultivos agrícolas contra las condiciones climáticas adversas y las plagas.

También se utiliza para:

Tipos de mallas sombras

Diseño de una casa sombra

El diseño de una casa sombra debe ser adecuado para el tipo de cultivo y las condiciones climáticas del lugar donde se encuentra. Para diseñar una casa sombra, se deben considerar los siguientes aspectos:

La radiación solar es considerar el factor ambiental más inevitable en los cultivos.

El cuidado de la calidad en los cultivos agrícolas es fundamental para garantizar su producción y evitar pérdidas económicas. Una forma de cuidar la calidad de los cultivos es mediante el uso de una casa sombra. El uso de una casa sombra tiene varias ventajas, como la protección contra el sol, la reducción del uso de agroquímicos, el incremento de rendimientos, la precocidad en obtención de cosechas, la protección contra aves y granizo, la conservación del suelo, la mejora en la calidad del suelo y la conservación de la biodiversidad. Sin embargo, también tiene algunas desventajas, como el costo inicial y el mantenimiento periódico que requiere. Es importante considerar todos estos aspectos al momento de decidir si se utilizará una casa sombra en los cultivos agrícolas.

La aceleración que aporta una casa sombra a la producción de cultivos

La casa sombra y su impacto en la producción agrícola

La casa sombra es una estructura metálica de protección para el cultivo o resguardo de plantas. Se caracteriza por permitir la entrada de agua de lluvia a través de la malla sombra, reducir la entrada de rayos solares, proteger contra insectos, plaga, viento y granizo. Además, al ser una estructura completamente cerrada, protege contra aves y radiaciones solares.

Ventajas de la casa sombra en la producción agrícola

La casa sombra tiene varias ventajas en la producción agrícola, entre ellas:

Impacto económico y social

La casa sombra tiene un impacto económico y social positivo en las comunidades agrícolas. Al permitir una mayor producción y un mejor control sobre las condiciones ambientales del cultivo, se traduce en un incremento en los ingresos económicos de los agricultores. Además, al reducir el uso de agroquímicos, se contribuye a la conservación del medio ambiente y a la salud humana.

En un estudio realizado en Costa Rica para valorar el desempeño de una casa sombra dedicada a la producción hortícola bajo condiciones de la región Huetar Caribe, se encontró que el uso de casas sombra permitió obtener mayores rendimientos en comparación con los cultivos al aire libre. Además, se encontró que el uso de casas sombra permitió reducir el uso de agroquímicos y mejorar la calidad del suelo

Tipos de daños generan los rayos UV a cultivos

En las plantas, la radiación solar juega un papel imprescindible en sus principales procesos fisiológicos, siendo la fotosíntesis el más importante. Sin embargo, la exposición a los rayos UV puede tener efectos negativos en los cultivos agrícolas. A continuación, se describen algunos de los daños que pueden causar los rayos UV a los cultivos agrícolas.

La radiación UV-B puede provocar una disminución del área foliar de las plantas, lo que conlleva la pérdida de fotosíntesis y respiración. La relación matemática entre estos procesos nos da la fotorrespiración, que es la regulación de todo el proceso bioquímico de la planta. Además, la elongación del tallo es mucho menor y el grosor de las hojas mucho mayor.

La luz UV-B absorbida por las plantas en grandes cantidades causa efectos negativos que pueden manifestarse en cambios morfológicos. Uno de ellos es la reducción en la altura de las plantas, lo que ha sugerido que la luz UV-B oxida fitohormonas como el ácido indolacético (AIA) . Las plantas también pueden tener tallos largos y delgados, así como frutos pequeños.

Los daños producidos por las altas temperaturas que se alcanzan en los meses de verano causan alteraciones en la producción de proteínas y la destrucción de enzimas que intervienen directamente en los procesos metabólicos de las plantas.

La radiación UV-B puede limitar el crecimiento de las plantas. En un estudio realizado por Paula Casati, investigadora principal del CONICET en el Centro de Estudios Fotosintéticos y Bioquímicos (CEFOBI), se observó una disminución en el crecimiento de las plantas expuestas a la radiación UV-B – rayos de onda media (280 a 320 nm.) que en su mayoría se absorben en la capa de ozono.

La cantidad de radiación ultravioleta -b está aumentando cada vez más y es la causante de los cambios en los patrones de precipitación, cambios de temperatura, alteraciones en sequía y degradación del suelo. La reducción de la capa de ozono disminuye la protección natural que ofrece nuestra atmósfera contra la radiación ultravioleta (UV) perjudicial del sol.

Cuando la temperatura del aire aumenta por encima de 30 a 35ºC durante el día, es probable que la fotosíntesis disminuya, y, por lo tanto, el rendimiento potencial del cultivo.

Las plantas desde siempre han estado sometidas a la luz UV e infrarroja, lo cual a lo largo de su evolución les ha provisto de mecanismos de defensa ante altas intensidades de estos tipos de radiación. Uno de estos mecanismos es la disposición de las hojas, donde las plantas pueden orientar sus hojas para minimizar su exposición a los rayos UV. Además, algunas plantas pueden producir hasta 15 proteínas diferentes con exposición a los rayos UV para protegerse contra ellos.

Cómo mitigar los efectos negativos

Existen prácticas para mitigar los efectos negativos que pueden tener los rayos UV sobre los cultivos agrícolas:

La horticultura protegida bajo una casa sombra o invernadero puede ser una buena opción para proteger los cultivos agrícolas contra los rayos UV. Los cultivos bajo sombra obtienen mayor producción porque la luz solar reducida retrasa el desarrollo de los frutos y aumenta la cantidad de alimento.

Los filtros o protectores solares son productos que se aplican directamente a la planta con la intención de reflejar, absorber o transmitir eficazmente la luz dentro de la planta o frutos, reduciendo posibles daños que afecten la producción. Estos productos pueden ser una buena opción para proteger los cultivos agrícolas contra los rayos UV.

La mejor manera de protegerse de los rayos solares es evitando la exposición extrema al sol, sobre todo en las horas donde la radiación es más intensa. Es importante también utilizar ropa adecuada y sombreros para protegerse del sol.

Los rayos UV pueden tener efectos negativos en los cultivos agrícolas, incluyendo la disminución del área foliar, cambios morfológicos, alteraciones en la producción de proteínas y destrucción de enzimas, reducción del crecimiento y cambios en patrones climáticos. Sin embargo, las plantas han desarrollado mecanismos de defensa para protegerse contra estos efectos negativos.

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